The Crown 2: Dios salve a la Reina

Una de las mejores series, no solo de Netflix sino de la TV actual, ha regresado y como debe ocurrir con las grandes historias, todo avanza de una forma increíble y más poderosa que la primera temporada.

Mientras que en el pasado vimos el cambio a una Reina joven tratando de gobernar en un mundo de hombres con tradiciones igual de ancianas que ellos, la segunda temporada explora la modernidad no solo del país sino del rol que el hombre y la mujer tienen y eso se ve plasmado en el complicado matrimonio entre Elizabeth y Philip quien trata, de la manera más cruda y vulgar posible, de no ser catalogado como «inferior» frente a su esposa e hijo.

El país pasa por una fuerte transformación donde la clase trabajadora ahora demanda ser elevada después de sufrir tanto durante la Segunda Guerra Mundial, dejando atrás tradiciones y ceremonias donde la élite siente que debe haber un «orden del status quo». Me encanta ver las enormes diferencias entre Elizabeth y Magaret porque durante varios episodios nos han hecho pensar que Margaret es la pobre princesa encerrada donde nadie la deja ser cuando la realidad es que ella sería totalmente feliz gobernando y siendo reconocida mientras que Elizabeth deja en claro que ella nunca quiso el «trabajo».

Claire Foy de nuevo comanda toda clase de admiración y respeto con una soberbia actuación que da las buenas y las malas a todas las otras actrices que han interpretado a la Reina anteriormente y debería poner a temblar a cualquiera que quiera hacerlo en el futuro pero esta también fue la temporada de Matt Smith.

Siendo un gran fan de Doctor Who, tengo un pequeño juego que consiste en ver cuanto tarda un actor de esa serie en perder el «manto» de su personaje y debo decir que Matt Smith ya no es mi amado Doctor aquí pues terminé ODIANDO a su personaje por ser un machito petulante y violento que cree que puede hacer lo que le plazca solo por tener un pene colgando entre las piernas, y ese capítulo de «Pater Familias» más que hacerme sentir mal por él solo cimentó mi odio porque en lugar de aprender es un hombre que piensa que su hijo debe sufrir como él sufrió.

Llena de grandes momentos que nos dejan con la boca abierta, la segunda temporada de The Crown nos recuerda que grandes cosas están ocurriendo lejos de los canales convencionales de la TV y en muchas ocasiones, estas series cuentan mejores historias que el 60 o 70% de las películas de este año.

10/10

I’m Out!!!!!!

Un comentario Agrega el tuyo

  1. aubescrit dice:

    Tengo mucha intención de comenzar a verla. Netflix siempre hace muy buenas series!

    Me gusta

Deja un comentario